domingo, 3 de mayo de 2015

Una mañana de domingo.


¿Qué es un domingo por la mañana?

Es la gota justa de aceite de girasol para los patacones con queso, lo crujiente que se siente en tu boca, el placer de comer bien. El olor suave a hierba luisa. El azúcar morena con esa magia que solo pasa en la verdadera cocina. La espera reglamentaria en la mesa, la música que inunda la habitación de vagos recuerdos. El sol que entra —sin pedir permiso, en tu vida, en tu ventana. El cielo claro, seguro y cautivador. La mirada, el nervio, los temblores (el amor son las tres cosas) y la sensación de que el tiempo no pasa, que se detiene pero sin embargo ¡qué tarde es!

Pero sin embargo qué coincidencia todo, qué bello es: un desayuno para dos, silencio compartido, esa entrega en lo cotidiano y una mañana de domingo para llevar. 

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