viernes, 30 de enero de 2015

Un arte de vivir.




He llegado a Luis Antonio de Villena gracias a Jesús Terrés y ha sido todo alegría abrumadora de último viernes de enero.


"Un arte de vivir.

Vivir sin hacer nada. Cuidar lo que no importa,
tu corbata de tarde, la carta que le escribes
a un amigo, la opinión sobre un lienzo, que dirás
en la charla, pero que no tendrás el torpe gusto
de pretender escrita. Beber, que es un placer efímero.
Amar el sol y desear veranos, y el invierno
lentísimo que invita a la nostalgia (¿de dónde
esa nostalgia?). Salir todas las noches, arreglarte
el foulard con cariño esmerado ante el espejo,
embriagarte en belleza cuanto puedas, perseguir
y anhelar jóvenes cuerpos, llanuras prodigiosas,
todo el mundo que cabe en tanta euritmia.
Dejar de amanecida tan fantásticos lechos,
y olerte las manos mientras buscas taxi, gozando
en la memoria, porque hablan de vellos y delicias
y escondidos lugares, y perfumes sin nombre,
dulces como los cuerpos. ¡Qué frío amanecer entonces,
qué triste es, qué bello! Las sábanas te acogerán
después un tanto yermas, y esperarás el sueño.
Del día que vendrá no sabes .nada. (No consultas
oráculos). Te quemarán hastíos y emociones,
tertulias y bellezas, las rosas de un banquete
suntuario, y las viejas callejas, donde se siente
todo, en el verano, como un aroma intenso.
Vivir sin hacer nada. Cuidar lo que no importa.
y si todo va mal, si al final todo es duro,
como Verlaine, saber ser el rey de un palacio de invierno."

"El viaje a Bizancio" 1972 - 1974


Luis Antonio de Villena.


lunes, 12 de enero de 2015

Carta de Lunes sobre el adiós.





Querida M, las personas son pasajeros en nuestra vida (tren, tú le llamas),
hojas de nuestro árbol que algún día caerán y se marcharan con el viento.

Te podría decir muchas cosas sobre la partida de las personas que amamos, te podría pedir que seas fuerte y darte todos los bálsamos posibles pero no nos engañemos —al menos no nosotros: sabemos que va a ser difícil, que revivirá tu herida de tiempo. Sabemos por la piel (y  por el miedo que causa) que dolerá. 

Tendrán que pasar muchas cosas y situaciones diferentes que ocupen tu  mente, recibir muchos pasajeros que llenen ese espacio, tendrás que estar disponible para cuando quieran subirte el ánimo. 

Tendrá que simplemente pasar.

Pero ahí estaremos —tú sabes quienes, para dibujar una sonrisa y quitar ese gris; tal vez compartir una copa.

Ánimo. 


Con afecto, L.